Observación de fauna emblemática en España

Buenas prácticas para la observación de lobo, lince y oso en España

Recomendaciones para practicar ecoturismo, un turismo de naturaleza responsable con fauna emblemática

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) ha elaborado un manual de “Buenas prácticas para la observación de oso, lobo y lince en España”, que facilita pautas, orientaciones y recomendaciones sencillas para que la observación recreativa de estas especies se realice adecuadamente, reduciendo efectos indeseados, enriqueciendo la experiencia y fomentando la sensibilización respecto a la conservación de la biodiversidad.

Este manual se enmarca dentro del El Plan Sectorial de Turismo de Naturaleza y Biodiversidad, aprobado por el Real Decreto 416/2014, de 6 de junio, que busca poner en valor la riqueza natural de España para impulsar el turismo de naturaleza como medio de desarrollo en lugares con valores naturales destacables, integrando los objetivos de conservación y uso sostenible de la biodiversidad.

«Recordemos que por turismo de naturaleza se entiende aquél que tiene como principales motivaciones la realización de actividades recreativas, de
esparcimiento, interpretación, conocimiento o deportivas en el medio natural. Y el ecoturismo sería un turismo de naturaleza responsable, centrado en la interpreción y conocimiento del medio natural con una implicación directa en la conservación de la naturaleza y en el desarrollo de las comunidades locales» (MAGRAMA & TIES)

En la última década se ha popularizado en España la realización de experiencias de observación de fauna tanto a nivel individual como a nivel empresarial, y especialmente fauna emblemática, como el oso pardoel lobo y el lince ibérico, tres especies sujetas a la protección que otorga el artículo 54.5 de la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, modificada mediante la Ley 33/2015, de 21 de septiembre.

Si bien este tipo de actividad genera beneficios economómicos en territorios con una marcada ruralidad, es necesario desarrollar unas pautas, una regulación y seguimiento para comprobar cómo este turismo afecta a las áreas naturales y especialmente a la fauna emblemática. Por ello y dentro de este Plan Sectorial, se pretende desarrollar una serie de manuales que sean el primer paso para una gestión de este tipo de turismo.

«Las experiencias ligadas a la observación de fauna emblemática, son el primer reclamo para ecoturistas extranjeros, y está aumentando para los ecoturistas españoles. La tasa de crecimiento del turismo de naturaleza es tres veces superior a la tasa de crecimiento del turismo convencional (TIES, 2006) y se estima que los parques nacionales y reservas naturales reciben cada año 8.000 millones de visitas (Cambridge University). Estos datos muestran que se pueden dar graves situaciones de masificación en puntos clave de observación, por lo que la especie ve afectada su área de campeo o se pueden llegar a emplear de malas prácticas para la atracción de las mismas que condicionen sus pautas y comportamientos salvajes».

En este manual se realizan una serie de recomendaciones generales para tener un comportamiento responsable en el acceso al punto de observación y durante la observación, así como en prácticas concretas como acampada o pernocta, formas de tracción (por ejemplo: cebaderos o grabaciones), y uso de escondites, entre otros. También incluye recomendaciones para los colectivos y agentes implicados en este tipo de turismo (Administración, propietarios de fincas, cazadores, pastores, redes sociales)

Desde STIPA Consultoría y Ecoturismo queríamos aprovechar esta noticia para hacer algunas reflexiones:

Creemos que este tipo de publicaciones benefician a la práctica del turismo de observación de fauna y que las empresas y profesionales que lo practiquen debe tener la formación necesaria y la filosofía del ecoturismo. Asimismo se debería crear un grupo de trabajo a nivel nacional donde evaluar si el turismo que se está practicando ligado a fauna emblemática es sostenible o no, mediante un seguimiento del impacto de este turismo en las especies. Existen empresas que ofrecen actividades ecoturísticas entre ellas la observación de la fauna, pero sin implicación directa en la conservación y el desarrollo de las áreas rurales, de hecho no dejan ningún beneficio en la zona. Eso no sería ecoturismo si no un turismo de naturaleza convencional. Existen recientes publicaciones en el contexto nacional e internacional sobre el auge del mal llamado ecoturismo y el impacto que genera, por ejemplo esta reciente publicación en el periódico EL PAIS

Y para cerrar este post compartimos aquí el decálogo del manual publicado por el MAGRAMA del «buen observador»:

  1. Debe conocerse y respetarse la normativa legal, prestándose especial atención a los usos permitidos, prohibidos o autorizables.
  2. La observación debe basarse en el respeto a los animales, al resto del ecosistema y a todas las personas con las que se comparte el entorno.
  3. Los observadores deben tratar de pasar desapercibidos ante los animales, evitando interferir en su comportamiento natural. Los puntos de observación
    deben elegirse con prudencia, utilizándose preferentemente lugares ya preparados.
  4. Los observadores deben comportarse educadamente y de modo cordial con el resto de usuarios del medio natural, dando ejemplo de comportamientos
    éticos y adecuados. Hay que tener en consideración a todas las personas y colectivos que comparten el territorio, evitando interferir en sus actividades.
  5. Se deben poner en conocimiento de las autoridades comportamientos inadecuados que supongan riesgo para las personas o perturben a los animales,
    así como observaciones de interés.
  6. El disfrute de la actividad debe ir más allá de la observación directa, incluyendo la interpretación del medio natural, del patrimonio etnográfico, de las formas de vida de las poblaciones locales, etc.
  7. No se debe compartir información sobre la presencia de estas especies en lugares concretos, especialmente a través de las redes sociales.
  8. No se debe atraer ni perturbar a los animales deliberadamente, realizar observaciones de crías de corta edad, madrigueras o refugios o ir acompañadosde perros.
  9. Hay que evitar siempre encuentros a corta distancia con los animales. En caso de que ocurran, hay que actuar sin brusquedad, permitiendo que los animales puedan retirarse con tranquilidad.
  10. Se recomienda contar con la mediación de empresas y guías profesionales responsables, solventes y honestos que ajusten su actividad a las “Buenas Prácticas para la observación de Oso, Lobo y Lince en España”.